martes, 1 de julio de 2025

LITERARTURO. ACERCAMIENTO A LA NARRATIVA DE ARTURO MEZA


 

Arturo Meza, nacido el 15 de diciembre de 1956 en el Distrito Federal, es una figura emblemática de la contracultura mexicana, conocido no sólo por su prolífica carrera musical, sino también por su destacada obra literaria. Como compositor, multiinstrumentista, poeta y escritor independiente, Meza ha creado un universo que fusiona música, poesía, narrativa y pintura, consolidándose como un artista multidisciplinario y de culto en México. Su obra literaria, impregnada de realismo mágico, influencias indígenas, mitología europea y una profunda carga espiritual, refleja su compromiso con la introspección, la resistencia cultural y la autonomía creativa.

La obra literaria de Arturo Meza se desarrolla en paralelo a su carrera musical, que abarca géneros como el rock rupestre, el folk, el rock progresivo, el blues y la música tradicional mexicana.


Su producción escrita incluye poesía y narrativa, con más de 40 libros publicados, muchos bajo su propio sello editorial, Gente de México. Entre sus obras más destacadas se encuentran Ansina como endenantes (1993), El diablero (1995), Historias de agua (1998), Dord (2002), Planeta amor (2005), Nidodecuervos (2008) y El hijo de la chingada (2023). Estas publicaciones reflejan su versatilidad como escritor y su capacidad para transitar entre géneros literarios con una voz auténtica y profundamente arraigada en la experiencia humana.


Meza comenzó su trayectoria artística en los años setenta, influenciado por la música ranchera y norteña de su infancia en Michoacán, así como por el rock clásico y progresivo de figuras como The Beatles, Bob Dylan, The Kinks y Neil Young, entre otras propuestas.


Sin embargo, su formación literaria también se nutrió de lecturas voraces en la Biblioteca Central de la Ciudad de México, donde se sumergió en autores como Jorge Luis Borges, William Blake y Juan Rulfo, este último siendo una de sus mayores influencias. Además, la obra de la mística argentina Josefa Rosalía Luque Álvarez, con textos como Orígenes de la Civilización Adámica y Arpas Eternas, marcó profundamente su visión espiritual y filosófica, que permea tanto su música como su escritura.


La obra literaria de Meza se distingue por su riqueza poética, su conexión con la cultura mexicana y su exploración de lo espiritual. Entre sus características principales se encuentran: realismo mágico y mexicanidad. La prosa de Meza está impregnada de un realismo mágico que recuerda a Juan Rulfo, con un lenguaje que evoca lo cotidiano y lo trascendente a través de imágenes y metáforas. Sus textos incorporan elementos de la cultura prehispánica, mitos indígenas y un fuerte sentido de mexicanidad, reflejando la vida urbana, la desigualdad social y la espiritualidad del México profundo. Por ejemplo, en El diablero, Meza explora la medicina prehispánica y la conexión con la naturaleza, basándose en sus experiencias con curanderos como Modesta Levana en Tetela del Volcán.


Tanto en su poesía como en su narrativa, Meza emplea un lenguaje cargado de simbolismos, influenciado por la tradición mitológica medieval europea y por poetas como Rubén Darío y Nezahualcóyotl, cuyos textos ha musicalizado. Sus poemas, como los incluidos en Epistolario de Olimaconet de Luvian (1980) o Canto Ersal (1992), son evocadores y buscan transmitir emociones profundas, a menudo con un tono místico que invita a la introspección.


Las letras de Meza, tanto en su música como en su literatura, abordan temas como el amor, el desamor, la marginación, la migración y las injusticias sociales. Su escritura refleja un compromiso con la resistencia cultural y la autogestión, rechaza las estructuras de la industria cultural y promueve un mensaje de amor puro y unión. Esta perspectiva se alinea con su concepto de “Música Ersal”, que busca la sanación y la elevación espiritual a través del arte.


Meza utiliza un lenguaje que emula la pronunciación y el habla de las clases populares mexicanas, lo que dota a su escritura de autenticidad y cercanía. Este recurso, inspirado en la tradición oral y en autores como Rulfo y Vargas Pardo, permite que sus textos resuenen con un público amplio, desde lectores literarios hasta seguidores de su música.


La obra literaria de Meza no puede entenderse sin considerar su relación con su producción musical y pictórica. Su escritura está intrínsecamente ligada a su música, ya que muchas de sus canciones son poemas musicalizados que condensan la misma poética que sus libros. Por ejemplo, su disco No vayamos a irnos sin el mar (1985) fusiona textos europeos y originarios, un enfoque que se refleja en sus narrativas. Asimismo, Meza ha musicalizado textos de autores como Borges, François Villon y Denise Levertov, demostrando su capacidad para dialogar con la literatura universal.


Su interés por la medicina alternativa y la espiritualidad está muy marcada en su escritura. En Planeta amor, Meza sintetiza su visión médico-energética, combinando conocimientos de acupuntura, terapia lumínica y plantas medicinales con una narrativa que aboga por la sanación del individuo y la humanidad. Este enfoque holístico, que ve el universo como un sistema vibracional y musical, es un hilo conductor en toda su obra.


Arturo Meza es considerado un pilar del rock mexicano y de la música independiente, gracias a su rechazo a las dinámicas comerciales y su apuesta por la autogestión. Su obra literaria, aunque menos conocida que su música, ha sido elogiada por críticos como Federico Arana y José Xavier Návar (1947-2025), quienes destacan su capacidad para fusionar poesía, música y pintura en un arte que “habla con el paraíso”.

El libro El último unicornio (2022), escrito por Mario Alquicira, ofrece un análisis exhaustivo de su trayectoria, subrayando su rol como un “curandero espiritual del realismo mágico” y su contribución a la historia del rock y la literatura en México.


A pesar de su carácter elusivo, Meza ha dejado una huella imborrable en la contracultura mexicana. Su obra literaria, con más de 40 títulos, es un testimonio de su prolífica creatividad y su compromiso con la libertad artística.


La obra literaria de Arturo Meza es un reflejo de su espíritu inquieto y su visión integral del arte como un vehículo de sanación y resistencia. A través de su poesía y narrativa, Meza combina el realismo mágico, la mexicanidad y la espiritualidad, creando un corpus literario que dialoga con su música y su pintura. Su estilo, profundamente poético y arraigado en la cultura popular, lo convierte en una voz única en el panorama cultural mexicano. Como señala Mario Alquicira, Meza es un “artista fundamental” cuya obra trasciende géneros y fronteras, dejando un legado que invita a la reflexión, la introspección y la conexión con lo esencial del ser humano. Su escritura, al igual que su música, es una vibración que resuena en el universo, sosteniendo, como él mismo afirma, la esencia de la existencia.


Libros de Arturo Meza

Ansina como endenantes (Oficio Ediciones, 1993)

El diablero (Oficio Ediciones, 1995)

Historias de agua (F.C.M.,1998)

Dord (Gente de México, 2002)

Dándole de tragar al diablo (Gente de México, 2004)

Juan Matilde (Gente de México, 2005)

Planeta amor (Gente de México, 2005)

Cartapacio del Infierno. Evangelio de Maria Magdalena (Gente de México, 2007)

El círculo de fuego negro (Gente de México, 2008)

Nidodecuervos (Gente de México, 2008)

Exiliados Celestes (Gente de México, 2008)

Essamerian (Gente de México, 2009)

Laberinto de sombras (Gente de México, 2009)

Viajero del infinito (Gente de México, 2010)

El otro Mesías (Gente de México, 2010)

Mensajes de Fátima (Gente de México, 2010)

Los buñuelados de Olvidel (Gente de México, 2013)

El 69 de agosto (Gente de México, 2014)

El Santo nunca pierde (Gente de México, 2015)

The End (Gente de México, 2015)

El viaje de Saramago (Gente de México, 2017)

Falso film (Gente de México, 2018)

Eisenberg sin h (Gente de México, 2018)

Otilio Bernabé (Gente de México, 2018)

Poesía puta (Gente de México, 2018)

Yo soy Dios, pendejos (Gente de México, 2018)

La cruz del infante Pedro (Gente de México, 2019)

Tesla (Gente de México, 2019)

Caminando en el viento (Gente de México, 2020)

Haqueldamá (Gente de México, 2020)

El cadáver del alma (Gente de México, 2021)

La fosa séptica del infierno (Gente de México, 2022)

Uno entre billones (Gente de México, 2022)

Lobo flor de puerco (Gente de México, 2022)

Maquiaverlo para creerlo (Gente de México, 2022)

Apocatástasis (Gente de México, 2022)

El hijo de la Chingada (Gente de México, 2023)

Misión Tarrare (Meza Editor, 2023)

Concierto para Dostoievski y epilepsia en Sí bemol (Meza Editor, 2024)

La música de Florentina (Meza Editor, 2024)

Arte Ancestral Alienígena (Meza Editor, 2025)

 


Foto: Alejandro Guerrero Massad

viernes, 13 de junio de 2025

LITERARTURO: ACERCAMIENTO A LA NARRATIVA DE ARTURO MEZA


 

 "LITERARTURO"

ACERCAMIENTO A LA NARRATIVA DE ARTURO MEZA


COMENTAN:
FEDERICO ARANA
DR. MARIO ALQUICIRA
IVÁN CASTRO
ITZEL CASTRO
Y EL AUTOR
(MUESTRA Y VENTA DE LOS LIBROS DE ARTURO MEZA)
JUEVES 26 DE JUNIO DE 2025
19:03 HRS.
ENTRADA LIBRE
MULTIFORO ALICIA
ELIGIO ANCONA 145
SANTA MARÍA LA RIVERA

miércoles, 2 de abril de 2025

Psicoanálisis de los sueños



¿Cuál es el sueño que interesa al psicoanálisis? ¿El sueño soñado? ¿El sueño recordado? ¿El sueño relatado?


¿Es la interpretación de los sueños el único procedimiento de que se vale el psicoanalista para conocer las represiones del paciente y la génesis de la neurosis?


¿El estudio de los sueños sigue siendo el lugar privilegiado para explorar las paradojas que vivimos los seres humanos?


Sigmund Freud fue armando su teoría de los sueños a partir de su experiencia clínica, gracias a ella aprendió a desarticularlos en sus significados inconscientes (como hiciera con los síntomas neuróticos de sus pacientes) casi desde un principio. Luego usó el análisis de sus propios sueños como procedimiento básico de su autoanálisis. Trató así de hacer entendible lo que en principio se presentaba como inentendible. Lo que Freud pretendió demostrar es que el sueño no está desprovisto de sentido y que es posible, a través de un análisis riguroso, llegar a conocer su significado. Usó con ellos entonces el mismo método usado para los síntomas, método que fue puliendo en forma paulatina, descifrando el sentido de los sueños (lo que hasta él era “sin sentido”) a partir de las asociaciones libres y desde el contenido latente surgido de ellas. De esta manera él mismo comparó su tarea con la realizada en su momento por Champollion, descubridor del significado de los jeroglíficos egipcios.


Fue hasta que Freud osó filtrarse por los complejos y a menudo escabrosos territorios del inconsciente, cuando los sueños empezaron a revelar su verdadero significado. Y es debido a su gran influencia que hemos podido deslizarnos en el espinoso laberinto de nuestro inconsciente, permitiéndonos con ello obtener una visión distinta y más fértil de nosotros mismos. Freud atribuyó una gran importancia a La interpretación de los sueños —a la que consideró su obra capital— que, por un lado, representa parte de su autoanálisis y constituye, por otro, el camino más eficaz y directo de acceso al inconsciente. 


No nos es dado conocer el inconsciente sino a través de sus formaciones, y es ahí en donde el sueño ocupa un lugar privilegiado, ya que constituye “la vía regia de acceso al inconsciente”. El descubrimiento que hiciera Freud del significado de los sueños tuvo —y sigue teniendo— una inmensa trascendencia en la historia cultural de la humanidad.


Objetivos


Destacar el uso clínico de los sueños y sus aplicaciones en otros ámbitos del saber humano, a partir de la dimensión científica que Freud les confiriera en La interpretación de los sueños. 


Acercar al público no especializado —pero con nociones básicas de lo que es el psicoanálisis— al universo científico de los fenómenos oníricos.


Aclarar conceptos y aprender a interpretar los propios sueños y los de los pacientes en tratamiento psicoanalítico.


 

miércoles, 6 de marzo de 2024

SEMINARIO EL PSICOANÁLISIS ANTE LAS ADICCIONES


 

¿Existe o no una estructura o personalidad del adicto?
 
¿Es posible abordar el consumo de drogas como un síntoma?
 
¿La adicción es una categoría clínica bien formada?
 
¿Estamos autorizados a identificar la adicción como cuadro clínico o a delimitar al adicto dentro de un tipo de personalidad?
 

 

Objetivos:

·       Problematizar la toxicomanía a partir de la experiencia analítica.

·       Emprender un rastreo histórico de la teoría psicoanalítica de las adicciones para dar cuenta del aporte de los textos clásicos y modernos.

·   Demostrar, retornando a los autores clásicos, que el analista no debe retroceder ante las adicciones.

jueves, 18 de enero de 2024

Seminario en línea. Genealogía de la droga

Genealogía de la droga. Un recorrido histórico a través del cine, la literatura, la filosofía y el psicoanálisis


¿Cuáles son los fenómenos capaces de generar un cambio en la representación social del consumo de drogas? 

¿Pueden reconocerse diversas etapas evolutivas en la percepción social dominante?

¿Cuál es el papel que juegan en la conformación del “problema droga” las concepciones estereotipadas y dogmáticas?

 

Este seminario tiene la intención de revisar cómo han sido representadas las drogas en la literatura, el cine y la filosofía, en función del modo en que se ha ido modificando la relación del hombre con ellas a lo largo de la historia. Hablar de ciertas formas de representación cultural que muestren claramente que el consumo de sustancias varía en la historia, incluso representa períodos de vida en tiempo y lugar.

Se partirá del supuesto de que tanto las producciones cinematográficas como las literarias evidencian diferentes visiones en torno al denominado “problema internacional de las drogas” y concentran diversos modos de percepción del mismo, modos que han ido variando históricamente en función de las condiciones socio-políticas y las modificaciones en los mecanismos de control implementados. Esto es: conforme se transforman las categorías de percepción dominantes en el discurso sobre el tráfico y el consumo de drogas, el cine y la literatura han participado en la definición de la identidad de los agentes sociales que conforman este campo de relaciones sociales complejas e interdependientes.

En este recorrido que irá desde la dimensión subjetiva hasta la social, los participantes se encontrarán con escritores que también son pensadores o con figuras ficticias, héroes de novelas o personajes de películas que forman parte de nuestro imaginario colectivo. El propósito es desentrañar los códigos que presiden la representación del adicto en el cine y la literatura. 




 

jueves, 23 de noviembre de 2023

Fondo Documental José Agustín

 Primera biblioteca pública rockera en México




Federico Arana, Alejandro González Castillo, Mario Domínguez Alquicira, Federico Rubli, Rodrigo Farías, José Hernández Riwes Cruz, Rafael “Sr”. González, Tere Estrada, Hugo Serna, Fausto Arrellín, Merced Belén, Humberto Manduley.

Probablemente ustedes, como yo, los conocen; también espero que los hayan leído.

Hoy, los que entramos a esta biblioteca en forma de libros a formar parte del Fondo Documental que acertadamente lleva por nombre el de José Agustín, tenemos algo en común.

Más de una cosa diría yo.

Además de que nos gusta y nos apasiona el rock, nos parece importante conservar un poco de la memoria acerca del mismo, no importa si es anglosajón o local. Lo importante es plasmar el sentimiento, el amor, la admiración que esta música despertó en nosotros y que en un momento determinado de nuestras vidas nos llevó a tomar la pluma primero, ahora la computadora. para escribirla.

No creo que ninguno de los aquí reunidos en persona o libro, haya crecido en la adolescencia con la idea de convertirse en escritor. Fue el tiempo, la magia de la música, el hechizo de la misma el que nos llevó a la mayoría a los brazos de Euterpe y luego a coincidir en el Chopo, sitio fundamental para el crecimiento de la cultura rockera de este país.

Y no deja de ser significativo que la biblioteca que hoy alberga el Fondo Documental José Agustín, esté a un lado del Tianguis Cultural del Chopo, hoy declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México. Parafraseando a Augusto Monterroso podríamos afirmar: “Cuando la Biblioteca Vasconcelos se construyó, el Chopo ya estaba allí”.

Roberto Vázquez “Mamys”, Arturo Olvera, Raúl de la Rosa, Vicente Terán, Juan Jiménez, Jorge Velasco, Javier Hernández Chelico, Liliana García, Jaime Flores, Rafael Acosta, Jorge Cervera, Luis Kelly, David Moreno, Tere Chacon, Arturo Espinoza, Marco Antonio Brito. Ellos también son escritores y tampoco pensaban que algún día entrarían a formar parte de un Fondo Documental en una Biblioteca que, por otra parte, a partir de este momento se convierte en la única en contar con algo así.

Claro, en un país en donde la cultura es considerada esencial, cada una de las bibliotecas ha de comprar por lo menos un volumen. Desafortunadamente eso no pasa, lo cual viene a mostrarnos otra liga existente con el Tianguis del Chopo. La mayoría de estos libros han sido resultado de procesos autogestivos, sus autores han conseguido fondos o echado mano de su propio patrimonio para llevar a cabo esta empresa porque, con algunas honrosas excepciones, ninguna editorial ha dado adelanto a alguno de nosotros para escribir.

Tampoco importa; en realidad, como dicen los españoles, no la sudan.

Otra cosa que nos une a los aquí presentes y también me enorgullece y estoy seguro de que también les enorgullece a ellos, es que no hemos esperado que venga alguien a decirnos qué hacer. En el mejor espíritu del Do it yourself, lo hemos hecho porque sabemos de la necesidad por documentar uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la cultura mundial, porque el rock, aunque siempre se le está matando, es una fuerza imparable y hoy, me parece, a pesar de que no sólo se le está matando, sino que no forma parte de los intereses de la industria musical, se convierte nuevamente en un arma importante de la resistencia.

El capitalismo no se ha vuelto más agresivo y voraz que en épocas anteriores, sólo es más cínico, por tanto, este proceso de resistencia se hace más imperativo en la actualidad.

Escribir no es un acto egoísta ni fútil como muchos lo creen. Escribir es una forma de compartir vivencias, conocimientos, experiencias; pero escribir acerca del rock en México es imperativo; porque necesitamos documentar lo que está pasando en este país, no sólo como un acto de resistencia, sino como una manifestación artística, como la expresión cultural de una parte del pueblo que se ha gestado aquí desde 1956 cuando llegó como rock and roll a nuestro territorio.

Hay mucho trabajo por hacer, pero hoy estamos de plácemes porque sabemos que este trabajo estará aquí, esperando a esas mentes curiosas y deseosas por saber y conocer acerca de nuestro pasado para construir un mejor futuro… Lo deseamos todos.

Un agradecimiento profundo a Toño Pantoja que, nuevamente, hace una de las suyas.

También, por supuesto, a José Mariano Leyva, director de la Biblioteca Vasconcelos por acoger la idea y destinar un espacio para el Fondo Documental. No podemos pasar por alto la labor de Francisco Salvador Nava, subdirector de Servicios Bibliotecarios y a todo su equipo en general.

Para concluir, quiero hacerlo con una cita de Claudio Magris, escritor triestino que algo sabía de la batalla por la memoria, quien escribe en uno de sus hermosos ensayos: “Acaso una de las tareas que nos ha sido encomendada para realizar en la Tierra, sea la de luchar contra el olvido… La memoria no es nostalgia sentimental del pasado, sino un intento por salvar de la muerte al individuo, su valor y su significado”.

David Cortés

miércoles, 25 de octubre de 2023

"Arturo Meza. El último unicornio" en Milenio


 

Retrato de uno de los músicos mexicanos vivos más enigmáticos. No suele tener presencia mediática, ni hacer conciertos masivos, pero goza de un sitio importante en el mundo del rock nacional. Además de escritor, poeta y artista plástico, no se define a sí mismo como un músico sino como un mensajero que viene desnudo con historias desnudas del corazón del mundo. No es una estrella de rock a la manera tradicional y eso lo demuestra, con suficiencia, Alquicira.

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