Arturo Meza, nacido el 15 de
diciembre de 1956 en el Distrito Federal, es una figura emblemática de la
contracultura mexicana, conocido no sólo por su prolífica carrera musical, sino
también por su destacada obra literaria. Como compositor, multiinstrumentista,
poeta y escritor independiente, Meza ha creado un universo que fusiona música,
poesía, narrativa y pintura, consolidándose como un artista multidisciplinario
y de culto en México. Su obra literaria, impregnada de realismo mágico,
influencias indígenas, mitología europea y una profunda carga espiritual,
refleja su compromiso con la introspección, la resistencia cultural y la
autonomía creativa.
La obra literaria de Arturo Meza
se desarrolla en paralelo a su carrera musical, que abarca géneros como el rock
rupestre, el folk, el rock progresivo, el blues y la música tradicional
mexicana.
Su producción escrita incluye poesía y narrativa, con más de 40 libros
publicados, muchos bajo su propio sello editorial, Gente de México. Entre sus
obras más destacadas se encuentran Ansina como endenantes (1993), El
diablero (1995), Historias de agua (1998), Dord (2002), Planeta
amor (2005), Nidodecuervos (2008) y El hijo de la chingada
(2023). Estas publicaciones reflejan su versatilidad como escritor y su
capacidad para transitar entre géneros literarios con una voz auténtica y
profundamente arraigada en la experiencia humana.
Meza comenzó su trayectoria artística en los años setenta, influenciado por la
música ranchera y norteña de su infancia en Michoacán, así como por el rock
clásico y progresivo de figuras como The Beatles, Bob Dylan, The Kinks y Neil
Young, entre otras propuestas.
Sin embargo, su formación literaria también se nutrió de lecturas voraces en la
Biblioteca Central de la Ciudad de México, donde se sumergió en autores como
Jorge Luis Borges, William Blake y Juan Rulfo, este último siendo una de sus
mayores influencias. Además, la obra de la mística argentina Josefa Rosalía
Luque Álvarez, con textos como Orígenes de la Civilización Adámica y Arpas
Eternas, marcó profundamente su visión espiritual y filosófica, que permea
tanto su música como su escritura.
La obra literaria de Meza se distingue por su riqueza poética, su conexión con
la cultura mexicana y su exploración de lo espiritual. Entre sus
características principales se encuentran: realismo mágico y mexicanidad. La
prosa de Meza está impregnada de un realismo mágico que recuerda a Juan Rulfo,
con un lenguaje que evoca lo cotidiano y lo trascendente a través de imágenes y
metáforas. Sus textos incorporan elementos de la cultura prehispánica, mitos
indígenas y un fuerte sentido de mexicanidad, reflejando la vida urbana, la
desigualdad social y la espiritualidad del México profundo. Por ejemplo, en El
diablero, Meza explora la medicina prehispánica y la conexión con la
naturaleza, basándose en sus experiencias con curanderos como Modesta Levana en
Tetela del Volcán.
Tanto en su poesía como en su narrativa, Meza emplea un lenguaje cargado de
simbolismos, influenciado por la tradición mitológica medieval europea y por
poetas como Rubén Darío y Nezahualcóyotl, cuyos textos ha musicalizado. Sus
poemas, como los incluidos en Epistolario de Olimaconet de Luvian (1980)
o Canto Ersal (1992), son evocadores y buscan transmitir emociones
profundas, a menudo con un tono místico que invita a la introspección.
Las letras de Meza, tanto en su música como en su literatura, abordan temas
como el amor, el desamor, la marginación, la migración y las injusticias
sociales. Su escritura refleja un compromiso con la resistencia cultural y la
autogestión, rechaza las estructuras de la industria cultural y promueve un
mensaje de amor puro y unión. Esta perspectiva se alinea con su concepto de “Música
Ersal”, que busca la sanación y la elevación espiritual a través del arte.
Meza utiliza un lenguaje que emula la pronunciación y el habla de las clases
populares mexicanas, lo que dota a su escritura de autenticidad y cercanía.
Este recurso, inspirado en la tradición oral y en autores como Rulfo y Vargas
Pardo, permite que sus textos resuenen con un público amplio, desde lectores
literarios hasta seguidores de su música.
La obra literaria de Meza no puede entenderse sin considerar su relación con su
producción musical y pictórica. Su escritura está intrínsecamente ligada a su
música, ya que muchas de sus canciones son poemas musicalizados que condensan
la misma poética que sus libros. Por ejemplo, su disco No vayamos a irnos
sin el mar (1985) fusiona textos europeos y originarios, un enfoque que se
refleja en sus narrativas. Asimismo, Meza ha musicalizado textos de autores
como Borges, François Villon y Denise Levertov, demostrando su capacidad para
dialogar con la literatura universal.
Su interés por la medicina alternativa y la espiritualidad está muy marcada en
su escritura. En Planeta amor, Meza sintetiza su visión
médico-energética, combinando conocimientos de acupuntura, terapia lumínica y
plantas medicinales con una narrativa que aboga por la sanación del individuo y
la humanidad. Este enfoque holístico, que ve el universo como un sistema
vibracional y musical, es un hilo conductor en toda su obra.
Arturo Meza es considerado un pilar del rock mexicano y de la música
independiente, gracias a su rechazo a las dinámicas comerciales y su apuesta
por la autogestión. Su obra literaria, aunque menos conocida que su música, ha
sido elogiada por críticos como Federico Arana y José Xavier Návar (1947-2025),
quienes destacan su capacidad para fusionar poesía, música y pintura en un arte
que “habla con el paraíso”.
El libro El último unicornio
(2022), escrito por Mario Alquicira, ofrece un análisis exhaustivo de su
trayectoria, subrayando su rol como un “curandero espiritual del realismo
mágico” y su contribución a la historia del rock y la literatura en México.
A pesar de su carácter elusivo, Meza ha dejado una huella imborrable en la
contracultura mexicana. Su obra literaria, con más de 40 títulos, es un
testimonio de su prolífica creatividad y su compromiso con la libertad
artística.
La obra literaria de Arturo Meza es un reflejo de su espíritu inquieto y su
visión integral del arte como un vehículo de sanación y resistencia. A través
de su poesía y narrativa, Meza combina el realismo mágico, la mexicanidad y la
espiritualidad, creando un corpus literario que dialoga con su música y su
pintura. Su estilo, profundamente poético y arraigado en la cultura popular, lo
convierte en una voz única en el panorama cultural mexicano. Como señala Mario
Alquicira, Meza es un “artista fundamental” cuya obra trasciende géneros y
fronteras, dejando un legado que invita a la reflexión, la introspección y la
conexión con lo esencial del ser humano. Su escritura, al igual que su música,
es una vibración que resuena en el universo, sosteniendo, como él mismo afirma,
la esencia de la existencia.
Libros de Arturo Meza
Ansina como endenantes (Oficio Ediciones, 1993)
El diablero (Oficio Ediciones, 1995)
Historias de agua (F.C.M.,1998)
Dord (Gente de México, 2002)
Dándole de tragar al diablo (Gente de México, 2004)
Juan Matilde (Gente de México, 2005)
Planeta amor (Gente de México, 2005)
Cartapacio del Infierno. Evangelio de Maria Magdalena
(Gente de México, 2007)
El círculo de fuego negro (Gente de México, 2008)
Nidodecuervos (Gente de México, 2008)
Exiliados Celestes (Gente de México, 2008)
Essamerian (Gente de México, 2009)
Laberinto de sombras (Gente de México, 2009)
Viajero del infinito (Gente de México, 2010)
El otro Mesías (Gente de México, 2010)
Mensajes de Fátima (Gente de México, 2010)
Los buñuelados de Olvidel (Gente de México, 2013)
El 69 de agosto (Gente de México, 2014)
El Santo nunca pierde (Gente de México, 2015)
The End (Gente de México, 2015)
El viaje de Saramago (Gente de México, 2017)
Falso film (Gente de México, 2018)
Eisenberg sin h (Gente de México, 2018)
Otilio Bernabé (Gente de México, 2018)
Poesía puta (Gente de México, 2018)
Yo soy Dios, pendejos (Gente de México, 2018)
La cruz del infante Pedro (Gente de México, 2019)
Tesla (Gente de México, 2019)
Caminando en el viento (Gente de México, 2020)
Haqueldamá (Gente de México, 2020)
El cadáver del alma (Gente de México, 2021)
La fosa séptica del infierno (Gente de México, 2022)
Uno entre billones (Gente de México, 2022)
Lobo flor de puerco (Gente de México, 2022)
Maquiaverlo para creerlo (Gente de México, 2022)
Apocatástasis (Gente de México, 2022)
El hijo de la Chingada (Gente de México, 2023)
Misión Tarrare (Meza Editor, 2023)
Concierto para Dostoievski y epilepsia en Sí bemol (Meza
Editor, 2024)
La música de Florentina (Meza Editor, 2024)
Arte Ancestral Alienígena (Meza Editor, 2025)
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Foto: Alejandro Guerrero Massad |